Mil seiscientos cincuenta y dos ensayos en los últimos meses. En la mañana, después del almuerzo y justo antes de dormir. La mitad frente al espejo y el resto en historias mentales por si llegase a pasar. Ni tan real ni tan ficción, simplemente probable.
Líneas repetidas como si se tratara del papel más importante de su carrera. El actor principal y la estrella desconocida para los actores secundarios por supuesto.
Mil seiscientos cincuenta y dos para estar preparado ante la vida y en todos los escenarios. Escenarios que no son suyos o en los cuales el actor suele olvidar el ensayado guión.
Cada uno anticipando temidos momentos. Esperando que algún día sirvan de algo.
Pero no importa cuantas veces falle, la práctica continúa sin descanso, porque de todos modos, la función debe continuar.~
2 comentarios :
Pasa y mucho.
Por eso es mejor pensar antes de actuar. Todos dicen que es bueno.
me gustó a lot
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