Hoy: Función Única y Espectacular~

Vuelve a ponerse el sombrero de copa, sale a la pista y continúa con el show. Sonríe grotescamente al escaso público y anuncia el siguiente número, una mujer que por problemas de salud ahora tiene el fabuloso nombre de “mujer barbuda” junto a su esposo el espectacular “hombre lobo”. Respira hondo y se retira de escena, siente en los hombros el pesar de tantos años de trabajo bajo la carpa. Mira como los trapecistas se maquillan y disfrutan de su apretado y brillante traje, les hace una seña en forma de saludo y se aleja, sabe que no necesita regresar hasta dentro de varios minutos por lo que se dirige a su remolque y vuelve a revisar los libros, busca la mejor forma de afrontar lo inevitable, pero sabe que ya nada está en sus manos. Contorsionistas, trapecistas, malabaristas, payasos, fenómenos, leones, monos y perros, todos atados a un mismo destino, piensa mientras no puede evitar la caída de sus lágrimas. Se levanta y apresura para cerrar el espectáculo nocturno, agita su panza y aplaude agradeciendo como nunca antes, la visita de cada espectador. Camina hacia las jaulas de los animales y espera largas horas entre ellas hasta que ya no escucha ningún ruido en el lugar. Toma los bidones y recorre todo el lugar esparciendo la única alternativa, enciende las luces y regresa al centro de la pista, se arregla el traje y acomoda el sobrero, hace una reverencia y arroja el fósforo. Rápidamente las telas son atrapadas por las llamas al igual que cada integrante de la función. Se escuchan los gritos desesperados de los animales enjaulados que combinan perfectamente con el olor a carne humana que envuelve al lugar. Él sonríe, puede sentir como por fin se acercan miles de personas a ver lo que está ocurriendo, no hay más que decir, está seguro que cualquier otro integrante del circo habría hecho lo mismo, todos habrían estado de acuerdo en que el show debe continuar.~