Dirás que no puedes hacer nada por mi y ya no tendré más que hacer. Cuando me preguntes qué quiero, ya sabrás la respuesta. No diré palabra y me levantaré en silencio para seguir en dirección a ningún lado. Caminaré con los ojos cerrados esperando que quizás vengas a tomar mi mano nuevamente para ayudar con mi/nuestro viaje, pero sé que no será así, chocaré con lo que sea necesario y me levantaré de las mil y una rocas que aparezcan, hasta que recuerde que no estoy ciega, que sólo he cerrado los ojos para dejar de ver lo que me duele.
No sé si antes, luego o después, me daré cuenta de que no era tanto como decías y tu notarás lo contrario cuando yo ya no esté.
Al terminar todo al menos sabrás que tenías razón en algo, no soy princesa y estoy lejos del final feliz.~
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